Los trozos de salmón limpios de espinas se salan por la parte de la carne, y se les echa eneldo picado que le va muy bien al salmón. Se colocan en una fuente de horno untada ligeramente de aceite de oliva. Se colocan con la piel para arriba. Aparte en un bol mezclamos sal con un poco de agua para hacerla más manejable y
cubrimos los trozos de salmón uno a uno con una capa gordita de sal, aproximadamente un centímetro de alto. Precalentamos el horno a 180-200º y metemos el salmón unos 10-12 minutos, dependiendo del grosor. Quedan hechos a la sal pero sin necesidad de preparar todo el pescado entero como se suele hacer con los pescados a la sal, y el resultado es el mismo, pero con menos trabajo. La sal forma una costra que se retira muy fácilmente.
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